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Estadísticas MDL

De acuerdo al CDM Pipeline del Centro UNEP RISOE, la base de datos de proyectos MDL desarrollada por el Centro Risoe de Energía, Clima y Desarrollo Sostenible del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), este mecanismo involucra (a abril de 2012) más de 8.100 proyectos en diferentes etapas, de los cuales 3.962 ya son proyectos registrados. 

De los proyectos registrados (que requerirán en conjunto inversiones por más de USD 140 mil millones), aproximadamente el 38% ha dado lugar a la expedición de Certificados de Reducción de Emisiones (CERs, por sus siglas en inglés). Se espera que en total se expidan 1.126 millones de CERs antes del fin del 2012. Para el período 2013-2020 se espera que se expidan 7.047 millones de CERs, alrededor de 881 millones de CERs en promedio en cada uno de los 8 años.

De los CERs esperados hasta finales de 2012, 35% corresponderían a proyectos de energías renovables, 28% a proyectos de reducción de óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos (HFCs) y perfluorocarbonos (PFCs), 20% a proyectos de reducción de metano, cemento y minería de carbón, 9% a proyectos de eficiencia energética en el suministro, 6% a cambio de combustible, 1% a proyectos de eficiencia energética del lado de la demanda, 0,7% a proyectos de forestación y reforestación y 0,3% a proyectos de transporte (Figura 1).

 Figura 1: CERs esperados en 2012 en el mundo por sector

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE

 En cuanto a los tipos de proyectos, el 65% corresponde a energías renovables, 17% a reducción de metano, cemento y minas de carbón, 8% a eficiencia energética en suministro, 4% a eficiencia energética del lado de la demanda, 2% a cambio de combustible, 2% a reducción de HFC, PFC y N2O, 0,8% a forestación y reforestación y 0,6% a transporte (Figura 2).

 Figura 2: Proyectos MDL en el mundo por tipo al 2012

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE

Es decir que si bien los proyectos de energías renovables explican el 65% de los proyectos registrados en el MDL, a éstos sólo les corresponde el 35% de los CERs. Por su parte, mientras que los proyectos de reducción de HFC, PFC y N2O explican sólo el 2% de los proyectos registrados, sin embargo concentran casi el 30% de los CERs.

También vale resaltar que unos pocos países concentran la mayor parte de los proyectos MDL en el mundo: China, India, Brasil y México, en conjunto, explican alrededor del 75% del total.

La región de América Latina y el Caribe tenía registrados (a abril de 2012) 584 proyectos MDL (15% del total), frente a 1.832 de China (47%) y 786 (20%) de India. Esto coloca a la región en un lugar relativamente secundario respecto del impacto global de las finanzas de carbono sobre iniciativas de transición hacia sendas de desarrollo más sustentables.

Sin embargo, en términos relativos, la participación de América Latina en el MDL es muy superior a la de otras regiones del mundo como Europa y Asia Central, África y Medio Oriente, las cuales explican sólo el 1%, 3% y 1% del total de proyectos, respectivamente.

De todos modos, a pesar de la relativamente baja participación latinoamericana en el total mundial, el MDL ha catalizado y apalancado considerables inversiones bajas en emisiones en la región, en especial en ciertos sectores y en ciertos países: en total, los 584 proyectos registrados requerirán inversiones por más de USD 10 mil millones, principalmente en los sectores de energías renovables, captura de metano y reducción de gases industriales y particularmente en Brasil y México.

Al igual que a nivel mundial, en América Latina y el Caribe los proyectos MDL también están concentrados en unos pocos países: Brasil explica el 33% (201 proyectos registrados) y México, el 23% (136 proyectos registrados). A continuación le siguen Chile con el 10% (54 proyectos), Colombia con el 7% (39 proyectos), Argentina y Perú con el 5% cada uno (28 y 27 proyectos registrados respectivamente), Honduras con el 3% (21 proyectos), Ecuador con el 3% (17) y Guatemala con el 2% (11 proyectos) (Figura 3). 

Figura 3: Distribución de los proyectos de MDL en Latinoamérica por país

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE

En lo que respecta a los CERs esperados hasta el año 2012, la distribución de los mismos entre los países de la región es aproximadamente similar a aquélla correspondiente a los proyectos: Brasil explica el 44%; México, el 17%; Chile, el 9%; Argentina, el 8%; Colombia, el 6%; Perú, el 4% y Ecuador y Guatemala, el 2% cada uno (Figura 4)

 Figura 4: Distribución del volumen de CERs esperados en 2012 en Latinoamérica por país

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE

En cuanto al tipo de proyectos MDL, al igual que a nivel global, en América Latina también sobresalen los proyectos de energías renovables, los cuales explican el 56% del total. Le siguen los proyectos de metano evitado con el 21%, la captura de metano en vertederos con el 12%, los proyectos de eficiencia energética tanto del lado de la oferta como de la demanda (3% cada uno), los proyectos de forestación y reforestación (2%), la reducción de HFC y N2O (2%) y el cambio de combustible (1%) (Figura 5).

Figura 5: Proyectos MDL en Latinoamérica por tipo

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE

Por su parte, la distribución de los CERs esperados hasta finales de 2012 según el tipo de proyecto también guarda cierta correlación con el patrón a nivel mundial: 29% corresponde a proyectos de energías renovables, otro 29% a captura de metano, 18% a proyectos de reducción de HFC y N2O, 14% a metano evitado, 4% a proyectos de eficiencia energética en suministro, 3% a proyectos de forestación y reforestación, 2% a proyectos de eficiencia energética del lado de la demanda y 1% a proyectos de cambio de combustible (Figura 6).

Figura 6: CERs esperados en Latinoamérica en 2012 por tipo de proyecto

Fuente: Elaboración propia en base a datos del CDM Pipeline de UNEP RISOE 

Al igual que a nivel mundial, en la región también se verifica que los proyectos de energías renovables explican un gran porcentaje del total (56%), pero generan sólo el 29% de los créditos y, por el contrario, la reducción de HFC y N2O explica sólo el 2% de los proyectos aunque  genera el 18% de los CERs.

En otro orden de cosas, en la región se observa una mayor participación de créditos provenientes de proyectos de forestación y reforestación que a nivel global (3% vs 0,8%).

La mayor parte de los proyectos MDL registrados en la región son a 7 años (60%) renovables y, en menor medida, a 10 (38%). El restante 2% lo explican los tiempos de los proyectos forestales, los cuales son en su mayoría a 30 años y, algunos menos, a 20.

En cuanto a los compradores de estos créditos, se observa una clara preeminencia del Reino Unido (créditos correspondientes a 181 proyectos), seguido por Suiza (90 proyectos) y, un poco más lejos, Holanda y España (41 y 40 proyectos, respectivamente), Japón (33 proyectos), Francia (16), Canadá (12), Alemania (11), Portugal (6), Italia (5) y Finlandia, Bélgica y Austria (4 proyectos cada uno).

Las perspectivas del MDL para el período post-2012 en la región no son demasiado alentadoras. La mayor parte de los analistas espera que las actuales incertidumbres relacionadas con el esquema climático internacional dejen a Europa prácticamente sola para absorber los CERs que se generen luego de esta fecha y que, incluso dentro de la misma Europa, la demanda de CERs post-2012 esté restringida.

La recuperación europea de la crisis financiera y económica mundial desatada a fines del año 2008 está siendo muy lenta. Por este motivo, existe un amplio consenso de que la Fase II del European Union Emission Trading Scheme (EU ETS, el mercado europeo de permisos de emisión y principal mercado de carbono mundial) finalizará 2012 con superávit de permisos. Esto permitirá a las empresas reguladas “guardar” sus permisos excedentarios para acreditar cumplimiento de metas en la Fase III. Estos permisos excedentarios de la Fase II, sumados a aquéllos que sean otorgados para la Fase III, reducirán la necesidad de cubrir posiciones mediante la compra de CERs, al menos durante los primeros años de la Fase III (2013-2020).

Asimismo, nuevas reglas y restricciones cualitativas a la adquisición de CERs serán aplicadas en el EU ETS, las cuales impactarán inevitablemente sobre el mercado del MDL; los CERs ya no servirán como activos de cumplimiento de facto durante la Fase III, sino que las empresas deberán canjearlos por EUAs (European Union Allowances, los permisos de emisión otorgados en el marco del EU ETS), adicionando una mayor complejidad al proceso.

Asimismo, sólo las entidades sujetas a obligación de reducción de emisiones estarán habilitadas para realizar el mencionado swap de CERs a EUAs, dejando a las instituciones financieras fuera del proceso y, consecuentemente, reduciendo el nivel de liquidez general de los certificados de reducción de emisiones en el mercado.

Por su parte, la oferta de CERs también se verá limitada: aquellos certificados emitidos para proyectos registrados luego de 2012 sólo serán elegibles para ser canjeados por EUAs si provienen de proyectos realizados en los países menos desarrollados (LDC por sus siglas en inglés). No obstante, se espera que la oferta de CERs proveniente de estas regiones esté restringida debido a las altas barreras de inversión existentes allí. Para ilustrar el nivel de magnitud de estas limitaciones, el número de CERs emitidos provenientes de los países menos desarrollados al 2010 superaba levemente los 16 millones. Esto representaba sólo el 0,003% del total de CERs emitidos hasta esa fecha.

Asimismo, durante la Fase III del EU ETS no estará permitido importar créditos provenientes de proyectos de reducción de emisiones de HFCs, ni de proyectos de ácido adípico (N2O), reduciendo aún más la demanda potencial de CERs provenientes del mundo en desarrollo.

Al panorama recién descripto se le suma el hecho que, a la fecha, lleva en promedio alrededor de 670 días lograr que un proyecto sea registrado. Sin embargo, quedan menos de 120 días para el fin del año 2012, lo que disminuye fuertemente la esperanza de que aquellos proyectos en etapas tempranas de desarrollo logren ser registrados en tiempo y forma para obtener créditos elegibles en el marco del EU ETS.

Por lo tanto, salvo que surja pronto una fuerte demanda de CERS extra-europea y que la oferta de créditos sea impulsada por reformas significativas dentro del MDL, los analistas temen que los desarrolladores de proyectos no tengan incentivo suficiente para invertir en nuevos proyectos en el mundo en desarrollo y, específicamente, en América Latina, lo que conllevaría un consecuente movimiento de recursos (capital, capacidades y personal) hacia otros mercados.

En este contexto, toman especial relevancia las perspectivas relacionadas con el futuro desarrollo de los mercados de carbono de Australia y Nueva Zelanda, debido a la potencial demanda adicional de CERs que se derivaría de ellos.

Australia aprobó en noviembre de 2011 una ley que dispone que se creará un sistema de comercio de permisos de emisión a partir del 1° de julio de 2015. El esquema de comercio australiano será el segundo en tamaño luego del mercado europeo (EU ETS). Entre los años 2012 y 2013 no habrá un tope a las emisiones de las empresas participantes y, a partir de 2015, las compañías podrán utilizar créditos provenientes de esquemas regulados por Naciones Unidas, tales como el MDL.

Algunas estimaciones indican que hacia el año 2020 las firmas australianas requerirán anualmente alrededor de 90 millones de créditos MDL para cumplir con sus metas. Sin embargo, la legislación australiana restringirá cualitativamente el uso de estos créditos con criterios similares a los utilizados en el esquema europeo, no aceptando los provenientes de proyectos de captura de HFC 23 ni de óxido nitroso.

Por lo tanto, el rol del MDL en el esfuerzo australiano de mitigación permanece incierto. Lo único que parece claro es que Australia necesitará acceder a los mercados internacionales de créditos a fin de cumplir con sus metas, si bien los mecanismos mediante los cuales este régimen funcionará difícilmente estén definidos antes del año 2015. Bajo las reglas australianas, las compañías podrán utilizar créditos MDL para acreditar cumplimiento de metas por el 50% de sus emisiones.

Sin embargo, algunos analistas temen que las crecientes restricciones al uso de créditos MDL por parte de Europa y Japón desincentiven la generación de proyectos bajo este esquema y que, por lo tanto, el MDL no genere créditos suficientes para cubrir la demanda australiana durante la próxima década.

Por su parte, Nueva Zelanda creó su sistema de comercio de permisos, el NZ ETS (New Zealand Emissions Trading Scheme) en el año 2009, el cual constituyó el primer esquema obligatorio a nivel nacional fuera de Europa.

Actualmente, los emisores dentro de este esquema están obligados a remitir permisos al Gobierno por la mitad de sus emisiones registradas. El esquema acepta CERs.

A principios de noviembre de 2011, Nueva Zelanda declaró su intención de crear un mercado integrado con Australia hacia el año 2015. Sin embargo, pocos analistas confían en que efectivamente pueda crearse un mercado Australiano-Neozelandés integrado en el mediano plazo debido a que existen fuertes diferencias en términos de alcance y diseño en ambos sistemas que parecen generar, al menos por el momento, dificultades insalvables. Del éxito o fracaso de esta iniciativa dependerá en parte el futuro del MDL.

En síntesis, el análisis de la performance del MDL en América Latina y el Caribe muestra, por un lado, que la participación de los países de la región en el mecanismo es pequeña en comparación con la de otros países, notablemente China, y, en menor medida, India y, por el otro, que hay una fuerte tendencia a la concentración en varios frentes.

Fundamentalmente, existe una concentración regional de proyectos a nivel país: Brasil y México explican en conjunto más el 57% del total de proyectos registrados. Les siguen en importancia Chile, Colombia, Perú y Argentina. Asimismo, se observa una fuerte concentración de proyectos por tipo: el 56% corresponde a proyectos de energías renovables (si bien generan pocos CERs en términos relativos en comparación con los proyectos de reducción de gases industriales) y el 33%, a proyectos de metano (metano evitado y captura en vertederos).

En lo que respecta a las proyecciones para el segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto (post 2012), todo indica que habrá una fuerte restricción de demanda que impactará, inevitablemente, en la originación de proyectos en el mundo en desarrollo, incluida América Latina y además en los precios de equilibrio del mercado de carbono.