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Bonos verdes, una fuente de recursos en rápida expansión para el financiamiento climático

Reunión de los Órganos Subsidiarios Ver más

Por Hernán Carlino

Especialista en Política Climática. Coordinador del Centro de Estudios en Cambio Climático Global - FTDT

Los denominados bonos verdes son instrumentos financieros líquidos, de ingreso fijo, que se utilizan para reunir fondos para proyectos nuevos o existentes que están dedicados a la mitigación, la adaptación y otras acciones consideradas ambientalmente beneficiosos.

Estos instrumentos representan un mecanismo cada vez mas atractivo para que instituciones privadas y publicas puedan acopiar capital para sus proyectos, sus activos y para otras actividades que producen beneficios para el ambiente, la sociedad y la economía. El mercado global de bonos verdes crece rápidamente.

Debe destacarse, a su vez, que el mercado global de bonos, con un tamaño que hacia fines de 2014 superaba los 80 billones de dólares (80*10^12) según las estadísticas del Banco de Pagos Internacionales (BPI), podría proveer buena parte del capital necesario para financiar las transformaciones que hacen falta para enfrentar el cambio climático, en particular la transición hacia economías bajas en emisiones. Sin embargo ese mercado continua siendo casi crónicamente subutilizado para financiar esa transición.

Esta circunstancia representa un contraste con periodos anteriores de expansión de la infraestructura a escala global, en las que los gobiernos nacionales financiaban inversiones a gran escala para la transformación de las economías utilizando instrumentos de finanzas publicas y los mercados de bonos para orientar el capital a la construcción de nueva infraestructura: ferrocarriles, caminos, o energía y comunicaciones.

Una de las razones por las cuales el mercado de bonos verdes esta en condiciones de continuar creciendo sostenidamente pudiera ser que los bonos verdes — también conocidos a veces como bonos climáticos — pueden estar vinculados a una variedad muy amplia de proyectos o actividades con beneficios ambientales.

Así, los bonos verdes, como podría suponerse, son empleados con frecuencia para financiar proyectos de energía solar, eólica o otras energías renovables no convencionales. Pero también son utilizados para financiar acciones para atender los efectos del cambio climatico, como el despliegue de medidas duras de control de inundaciones.

Los primeros bonos denominados de los conocidos luego como ‘Bonos Verdes’ fueron emitidos por el Banco Europeo de Inversiones (EIB), con sus Bonos de Conciencia Climática,  y por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), en 2008, y estaban destinados a financiar prestamos para programas climáticos.

Desde entonces este tipo de bonos han sido expedidos por la Corporación  Financiera Internacional, el Banco de Desarrollo Africano, el Banco Europeo de Reconstrucción  y Desarrollo, el Banco de inversión Nórdico y otras instituciones financieras.

Mas tarde, hacia fines de 2013, algunas empresas comenzaron a expedir bonos en los que el uso de los recursos que se generan esta exclusivamente destinado a inversiones en activos verdes, tales como las emisiones de Electricité de France (EDF), Bank of America Merrill Lynch y la sueca Vasakronan.

A finales de mayo de 2014, la emisión de bonos había crecido hasta 19.000 millones de dólares, igualando el total expedido en los primeros cinco años.

La característica definitoria de un bono verde es el modo en que se utilizan las fondos, por ejemplo en mejorar la eficiencia energética, expandir la oferta de las energías renovables, la gestión integral de los desechos, el uso sostenible de la tierra y la preservación de los bosques, la conservación de la biodiversidad, el transporte bajo en emisiones y que permite disminuir la contaminación local, y la provisión de agua potable y cloacas.

Este tipo de bonos comporta rendimientos ajustados al riesgo para adaptarse a las diferentes preferencias de riesgo: los inversores obtienen también un mejor desempeño desde la perspectiva ecológica sin aumentar sustantivamente su riesgo, porque los bonos conllevan exactamente el mismo perfil de crédito y dan el mismo interés que los bonos convencionales.

La participación de los bancos de inversión ha sido un impulso importante para el desarrollo del mercado de los bonos verdes. Por ejemplo, los grandes bancos de inversión como Morgan Stanley, JP Morgan, Citigroup y Crédit Agricole han estado suscribiendo bonos verdes.

Unas orientaciones de carácter voluntario para los procesos de emisión de bonos verdes, los  Green Bond Principles, han sido acordadas por algunos de las principales instituciones emisoras de esos títulos y su ultima versión corresponde al 2015, en el ámbito de la International Capital Markets Association.

De acuerdo con la información provista por la  el mercado de bonos verdes ha despegado en el año 2014 pues durante ese periodo se emitieron US$36 mil millones, mas del triple del monto de títulos que se había emitido en el 2013. Si bien el monto es relativamente pequeño por comparación con el tamaño del mercado global de bonos (unos US$ 80 billones, como ya mencionáramos) o con los costos de la mitigación, es muy significativo si se lo compara con los flujos de fondos climático o incluso ambientales en un sentido mas amplio.

En el plano regional, un ejemplo reciente de este mecanismo de financiamiento aplicado a la mejora de la eficiencia energética, es el acuerdo logrado entre el  Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo de Tecnología Limpia (FTL), que, en mayo ultimo, cerraron la primera fase de un financiamiento de US$125 millones para proyectos de eficiencia energética desarrollados por empresas de servicios de energía (ESE) de México, mediante la emisión de bonos verdes en el mercado local de capital.  Este esquema financiero provee recursos de largo plazo que apoyan el compromiso de las ESE con el desarrollo de proyectos de eficiencia energética en pequeña escala (menos de 5 MW), lo que les permite promover los más altos estándares y el consumo de energía responsable en el sector energético. De acuerdo con lo que enuncia el documento del proyecto, el objetivo de la operación es proveer una línea de crédito principal para proyectos de energía limpia, de modo que puedan ser listados en el mercado de capitales de México y abrir una nueva corriente de financiamiento para promover inversiones en energía limpia para inversores institucionales e inversores de impacto. De este modo se introduce un modelo de utilización de Bonos Verdes que puede ser replicado en otros mercados de capitales de la región.

 

Fuentes:

Bank for International Settlements. Statistics. 2015. Ver en: http://www.bis.org/statistics/secstats.htm

International Capital Markets Association: Green Bond Principles, 2015: Voluntary Process Guidelines for Issuing Green Bonds. 27 de marzo de 2015

Banco Interamericano de Desarrollo. Comunicados de prensa. 19 de mayo de 2015. Ver en: http://www.iadb.org/es/noticias/comunicados-de-prensa/2015-05-19/eficiencia-energetica-en-mexico,11161.html

Banco Interamericano de Desarrollo. Environmental and Social Management Reports:

Capital Markets Solution for Energy Efficiency Financing (ME-L1150). 21 de mayo de 2014.

Banco Mundial. Green Bond: Sixth Annual Investor Portfolio Update. World Bank Green Bond Portfolio Update 2014.