Las principales fuentes de financiamiento para proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático incluyen fuentes de financiación pública, público-privada y privada.
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El financiamiento público por lo general se deriva de los presupuestos nacionales de los países desarrollados para apoyar acciones climáticas en países en desarrollo. La mayor parte se informa a través de las comunicaciones nacionales de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), y el sistema de notificación de los países acreedores de la OCDE, y es entregado a través de una serie de instituciones bilaterales y multilaterales y fondos.
La mayoría de la financiación pública internacional para la mitigación y adaptación al cambio climático procede de los gobiernos de los países de la OCDE. Los bancos multilaterales de desarrollo obtienen sus fondos de los distintos gobiernos y las instituciones financieras bilaterales son financiadas por sus gobiernos nacionales. La mayor parte de los fondos especiales para la mitigación y adaptación al cambio climático y los fondos de carbono obtienen su financiación de fuentes multilaterales y bilaterales. Si bien algunos países fuera de la OCDE están proporcionando financiamiento para el desarrollo a otros países menos desarrollados, casi la totalidad de la financiación internacional del cambio climático es proporcionada por los países de la OCDE.
Parte de la financiación otorgada por los países de la OCDE es a través de la asistencia oficial neta para el desarrollo (ODA, por sus siglas en inglés), que comprende los desembolsos de préstamos en condiciones concesionales y las donaciones otorgadas por organismos oficiales de los miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo (CAD). En Monterrey, en el 2002, los países desarrollados acordaron contribuir con el 0.7% de su Ingreso Nacional Bruto (INB) para el financiamiento del desarrollo y el cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio (MDM).
Las fuentes multilaterales de financiación incluyen a los bancos multilaterales de desarrollo (BMD), tales como el Banco Mundial, Agencias de las Naciones Unidas, como el PNUD y el PNUMA, y agencias internacionales especiales creadas por estos bancos multilaterales de desarrollo (como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial), y los bancos regionales de desarrollo, en colaboración con diversas organizaciones nacionales.
Estas fuentes han establecido una serie de fondos especiales para la mitigación y adaptación al cambio climático, tales como los Fondos de Inversión Climática (CIF) administrados por el Banco Mundial - Fondo de Tecnología Limpia (CTF) y el Fondo estratégico sobre el clima. Adicionalmente, han establecido un número de fondos de carbono para facilitar la venta de la reducción certificada de emisiones.
Las instituciones bilaterales de financiación son creadas y dirigidas por gobiernos nacionales con el propósito de dar ayuda o invertir en proyectos y programas de desarrollo específicos en los países en desarrollo y mercados emergentes. Éstas llevan a cabo los mandatos dados por los gobiernos nacionales, que se basan en objetivos estratégicos nacionales y enfocados a áreas geográficas y tecnologías específicas.
También se destaca el papel de los bancos nacionales de desarrollo, los que se consideran actores claves no solo para movilizar financiamiento climático internacional sino también para apalancar otros recursos financieros internacionales y nacionales en aras de inversiones públicas y privadas necesarias para abordar el cambio climático y promover beneficios ambientales y sociales. Los bancos nacionales de desarrollo están llamados, en sus respectivos mercados de crédito locales, a apoyar la búsqueda e intermediación de fondos de financiamiento internacional para la mitigación de los efectos del cambio climático.
Las fuentes privadas de financiamiento, que están cada vez más involucradas en la financiación de proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático, incluyen una amplia gama de bancos e instituciones financieras locales e internacionales, fondos privados, fondos de pensiones y otros fondos especiales creados para abordar la temática. En este grupo también se encuentran las empresas de financiamiento de carbono.
Muchas de las fuentes de financiación pública (multilateral y bilateral) tratan de lograr un aumento del financiamiento a través de fuentes privadas. Para lograr esto, se establecen fondos público-privados, que están diseñados para aprovechar flujos privados que permitan cubrir los déficits de financiación, transferir riesgos y mejorar la rentabilidad.
El rol clave del sector privado en incrementar el financiamiento a largo plazo para las estrategias de mitigación y adaptación en los países en desarrollo es reconocido y destacado en varios de los principales informes mundiales de financiamiento para el clima.
La importancia del sector privado en la mitigación y adaptación al cambio climático está impulsada por una amplia gama de factores clave que incluyen:
- Capacidad de desarrollo y gestión de proyectos
- Número significativo de potenciales canales de implementación
- Foco en la relación riesgo/retorno y sostenibilidad financiera
- Enfoque emprendedor dinámico
- Capacidad financiera, incluyendo flujo de fondos generado internamente, bonos, acciones, patrimonio e inversores institucionales
- Conocimiento técnico, experiencia e innovación a lo largo de diversos sectores
- Respuesta rápida y posibilidad de aumentar la escala en función de las señales políticas y de mercado
Adicionalmente, ciertos mecanismos innovadores de financiamiento son considerados como una alternativa atractiva como fuente de recursos adicionales, sostenibles y de volumen predecible. Sin embargo, estas fuentes requieren acciones específicas de diferentes actores.
Para los fondos recaudados domésticamente, como ser el impuesto al carbono, subastas de derecho de emisión, reducción de los subsidios a los combustibles fósiles, se requiere la acción de los gobiernos de los países desarrollados en la toma de decisión.
Para determinados mecanismos, la recaudación doméstica también puede requerir la coordinación de los gobiernos con instituciones internacionales, como en el caso del gravamen de transacciones financieras y el gravamen de optimización de exportación de carbono.
En el caso de los fondos recaudados internacionalmente, como ser el precio a las emisiones del transporte aéreo y marítimo, se requiere de acuerdos internacionales con acciones altamente coordinadas por los diferentes actores involucrados.
Para el caso de los fondos privados, como por ejemplo el mercado de carbono, flujos privados utilizados para la implementación de ciertas políticas e instrumentos públicos, requieren la acción de los gobiernos de países desarrollados y en desarrollo en estrecha colaboración con el sector privado.
Los principales instrumentos de financiación utilizados por las fuentes de financiamiento para la mitigación y adaptación al cambio climático son:
- Subvenciones
- Préstamos concesionales
- Préstamos basados en los mercados
- Líneas de crédito
- Garantías de riesgo o crédito
- Financiación de capital
Estos instrumentos dependen de la viabilidad de la tecnología que está siendo implementada y las barreras de mercado que necesitan ser abordadas.
La mayor parte de los fondos para el clima, se pueden clasificar como inversión. En segundo lugar figuran los préstamos en base a la tasa de mercado, de los cuales la mayor parte es a través del sector privado y una menor proporción por medio de instituciones bilaterales y multilaterales. Luego sigue en importancia la financiación de capital, siendo la mayoría de origen privado. Debido a que estos instrumentos deben ser devueltos a los inversionistas en el horizonte de inversión, no se considera técnicamente “ayuda”.
Los préstamos concesionales en general son proporcionados por los bancos multilaterales y regionales. Mientras que el capital debe ser devuelto, el pago de la tasa de interés reconoce descuentos significativos. Por lo tanto, el mismo puede ser caracterizado como “ayuda” a los países en desarrollo a mitigar y adaptarse a los impactos del cambio climático. Entonces, los préstamos concesionales pueden ser considerados contribuciones de inversión e incrementales que incluyen participaciones por parte de las entidades públicas con posiciones en la relación riesgo-retorno que un inversor privado no accedería.
El resto de la financiación climática, está compuesta por instrumentos como incentivos de política, gestión de riesgos, flujos de compensación de carbono y subvenciones. Este tipo de financiamiento que no tiene que ser (totalmente) pagado o la tasa de interés paga es descontada puede ser considerado como “asistencia ” para la mitigación y la adaptación al cambio climático. Con respecto a los instrumentos de políticas de incentivos están aumentando en importancia, sin embargo la magnitud de la ayuda prestada bajo este instrumento no está disponible ya que la información tiende a ser fragmentada.