Reporte de la Comisión de Seguridad, Justicia y Gobernanza Ver más
Especialista en Política Climática. Coordinador del Centro de Estudios en Cambio Climático Global - FTDT
Un reporte de la Comisión de Seguridad, Justicia y Gobernanza, difundido esta semana, identifica a la gobernanza climática como uno de los tres grandes retos y oportunidades para la gobernanza mundial, junto con los que significan las áreas frágiles y afectadas por conflictos y la economía mundial hiperconectada.
La Comisión, un grupo de 14 miembros de alto nivel, no partidario y geográfica y profesionalmente diverso, refleja la perspectiva global de personas que han servido en posiciones gubernamentales y no gubernamentales en Brasil, Canada, China, Colombia, Alemania, India, Indonesia, Japón, Líbano, Holanda, Nigeria, Tanzania, los Estados Unidos y las propias Naciones Unidas.
Después de mas de un año de preparación y mas de veinte consultas internacionales, el informe preparado por la Comisión, que se presenta con antelación al 70º aniversario de las asamblea de las Naciones Unidas en setiembre, se propone contribuir a lanzar reformas y mejoras al régimen de gobernanza global.
En relación con el desafío climático, la Comisión observa que la mitigación y la adaptación al cambio climático, a nivel mundial, bien pueden requerir un nuevo entendimiento de lo que constituye la seguridad y la justicia en el siglo XXI, es decir que la seguridad y la justicia requieren también considerar la dimensión climática para perfeccionarse.
En la medida en que las partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático depositan sus expectativas en la Vigésima Primera Conferencia de las Partes, en París, sostiene la Comisión, muchas de ellas tienen la esperanza de que un acuerdo climático vinculante pueda concretarse, pero también les preocupa que, en la ausencia de consenso, los acuerdos que se alcancen no proveen definiciones que puedan ser hechas operativas.
Por ello la Comisión afirma que hay necesidad de encontrar nuevos enfoques, más productivos, para abordar las causas y los efectos del cambio climático, sugiriendo, en parte, que el plano de la negociación multilateral es insuficiente para motorizar las transformaciones que hacen falta.
En consecuencia, entre las recomendaciones principales que hace la Comisión para responder -de manera que entiende decidida a la vez que creativa-, a lo que identifica como un desafío de gobernanza global por excelencia, incluye las dos siguientes recomendaciones:
Innovar en la gobernanza climática. Con el propósito de asegurar la eficacia de la gobernanza global, sugiere facilitar nuevas formas de vínculo entre la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y otros regímenes internacionales, autoridades subnacionales y grupos de la sociedad civil.
En la misma línea propone establecer una entidad monitora internacional de las emisiones de dióxido de carbono, constituir un Centro de Información de la Acción Climática Global y, asimismo, en un paso ciertamente audaz, establecer un Consejo Asesor de Ingeniería Climática para revisar todos los experimentos que supongan alguna modificación atmosférica.
Finalmente recomienda establecer una meta global para la adaptación al cambio climático en algún sentido comparable con la meta de evitar que la temperatura media de la superficie del planeta se eleve por encima de 2 grados centígrados como objetivo de la mitigación.
Desarrollar un denominado Mecanismo de Licencias Verdes dentro del Fondo Verde para el Clima. El objeto es potenciar la capacidad de innovación del sector privado para avanzar en la mitigación y la adaptación al cambio climático, especialmente en apoyo de las poblaciones más vulnerables de los países en desarrollo.
El propósito de esta recomendación es impulsar la disponibilidad de lo que denomina la tecnología climática verde. La facilidad o mecanismo que se recomienda establecer, permitiría asegurar el incremento de la transferencia de tecnologías ambientalmente robustas, en particular, por tres vías: i. la incorporación de cláusulas de coparticipación en los derechos de propiedad en lo que concierne a proyectos financiados por el FVC; ii. la adquisición de licencias de tecnologías claves por su condición de ambientalmente apropiadas de las empresas que las posean; y, iii. asistiendo en la transferencia de tales tecnologías a los países en desarrollo donde esas tecnologías son críticamente necesarias.
Fuentes:
Comisión de Seguridad, Justicia y Gobernanza 2015. Enfrentando la Crisis de la Gobernanza Global. Apoyado por The Hague Institute for Global Justice y el Stimson Center.