El Acuerdo, el primer acuerdo global en cambio climático después de 18 años y el primero aplicable a todas las Partes de la Convención, está a punto de ser adoptado en estas horas en la vigésima primera Conferencia de las … Ver más
El Acuerdo, el primer acuerdo global en cambio climático después de 18 años y el primero aplicable a todas las Partes de la Convención, está a punto de ser adoptado en estas horas en la vigésima primera Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climatico, luego de dos semanas largas de intensas y a veces dramáticas negociaciones en Paris.
Para una valoración cuidadosa del texto se requiere un tiempo mayor de examen, dada su complejidad, el equilibrio intrínseco entre miradas divergentes que ha sido necesario construir milimétricamente, y el fino manejo de la semántica climática puesto en juego para conciliar las posiciones de las Partes.
Es preciso destacar la enorme tarea política y diplomática de la Presidencia de la COP 21, que ha puesto en juego todas sus capacidades durante un año largo para hacer posible este resultado sobresaliente de hoy. También el liderazgo y la voluntad de compromiso de un numero de Partes que convergieron en la construcción de una coalición estable que diera sustento a los acuerdos, que solo muy gradualmente permitieron, párrafo por párrafo, elaborar un texto que fuera aceptable para todos.
Una lectura preliminar, sin embargo, permitirá rescatar algunos de los atributos que hacen de este Acuerdo una base valiosa para la acción.
En rigor, la calidad política de este marco que contribuye a la construcción del régimen climatico, podrá ser plenamente juzgada, en ultima ratio, al evaluar sus resultados.
Mientras tanto, será posible analizar en una primera lectura, su consistencia, robustez y alineamiento con las necesidades centrales que, una respuesta sistemática al cambio climatico, reclama.
Por Hernán Carlino-
Especialista en Política Climática
Investigador del Centro de Estudios en Cambio Climático Global - FTDT