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NAMAs y enfoques sectoriales

Las acciones nacionales apropiadas de mitigación (NAMAs, por sus siglas en inglés) fueron formalizadas como una opción de mitigación para los países en desarrollo, en el contexto de la negociación sobre acción cooperativa a largo plazo en el marco de la Convención, bajo el Plan de Acción de Bali, adoptado en la décimo tercera sesión de la COP celebrada en Bali, Indonesia. El Plan de Acción de Bali proponía el examen de “Medidas de mitigación adecuadas a cada país por las Partes que son países en desarrollo en el contexto del desarrollo sostenible, apoyadas y facilitadas por tecnologías, financiación y actividades de fomento de la capacidad, de manera mensurable, notificable y verificable”.

Aunque subsisten diversas interpretaciones sobre la noción de NAMAs, de modo general se entiende que éstas serían acciones, propuestas por los países en desarrollo, que reducen sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero por debajo del nivel que resulta de seguir haciendo las cosas como siempre o business as usual (BAU, por sus siglas en inglés).  Las NAMAs abarcan tanto los esfuerzos para construir capacidades para reducir emisiones como las propias medidas para reducirlas, y pueden adoptar la forma de políticas y medidas, regulaciones, estándares, programas e incluso de incentivos financieros. Las NAMAs, asimismo, podrían incluir uno o más sectores, así como sería posible desarrollar más de una NAMA en un solo sector.

Debido a su alcance, amplitud y flexibilidad, las NAMAs pueden convertirse en un puente entre los países desarrollados y en desarrollo para facilitar la mitigación, pues están en línea con el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

La negociación internacional en cambio climático permitió que el concepto de NAMA fuera paulatinamente elaborado y refinado desde su inserción inicial como objeto de negociación. Actualmente las NAMAs representan lo que parece ser un mecanismo prometedor para el post 2012 con objeto de proveer reducciones en la escala necesaria y que sean efectivas, para canalizar recursos financieros y tecnológicos, y para hacerlo de modo tal que esas acciones puedan ser reconocidas y mensuradas, permitiendo que los países en desarrollo pongan en marcha  acciones apropiadas a sus propias circunstancias, al tiempo que reciben de los países desarrollados los recursos financieros, tecnológicos y de asistencia técnica que son necesarios para la ejecución de esas acciones. Al mismo tiempo, debido a su alcance, las NAMAs tiene el potencial para entregar contribuciones sustantivas en términos de reducciones de gases de efecto invernadero.

Algunas propuestas referidas a las NAMAs, su alcance y configuración, sugieren que podría haber tres diferentes categorías de NAMAs:

  • las unilaterales, consistentes en acciones autónomas realizadas por los países en desarrollo para lograr reducciones de emisiones sin contar con apoyo o financiamiento externo;
  • las NAMAs con asistencia, o cooperativas, que consisten en acciones ejecutadas por los países en desarrollo que se llevan a cabo con apoyo financiero o de otro tipo provisto por los países desarrollados y que resultan en reducciones más elevadas que las que provienen de acciones que se ejecutan unilateralmente;
  • las NAMAs que generan créditos, al producir reducciones de emisiones que exceden las que ocurrirían en caso de ponerse en marcha NAMAS con apoyo; este diferencial positivo de reducciones permitiría, en algunas propuestas, que haya NAMAs y  acciones basadas en NAMAs, cuyas reducciones excedentes produzcan offsets que puedan volcarse al mercado global de carbono.

Los resultados de la última sesión de la Conferencia de las Partes, la décimo sexta, celebrada recientemente en Cancún, representan importantes progresos en la elaboración del concepto de NAMAs pues incluyen la creación de un registro para consistir la oferta de NAMAs por un lado y de apoyo financiero y tecnológico por el otro, el acceso a los recursos financieros que podrían provenir del Fondo Climático Verde y las orientaciones para elaborar criterios para que las reducciones sean sometidas a escrutinio de manera mensurable, notificable y verificable [MRV]. Estas tareas deberán estar finalizadas para diciembre de 2011.

En los “enfoques sectoriales” los países en desarrollo llevan acabo esfuerzos para reducir la intensidad de las emisiones o el crecimiento de las emisiones de GEIs en sectores económicos clave (cemento, acero, etc.) con las asistencia financiera y tecnológica de los países desarrollados. Los enfoques sectoriales han recibido mucha atención en los últimos años en la medida que se esperaba que permitieran reducciones de emisiones de GEIs de gran escala. Hay, sin embargo, diversas concepciones sobre lo que estos abordajes sectoriales son, en que consisten en la práctica, y cuáles pueden ser los criterios para ponerlos en marcha, aunque en general han sido concebidos como una transición desde las reducciones de emsiones basadas en proyectos hacia las reducciones que resultan de la participación de enteros sectores económicos o aún de la implmentación de políticas y medidas. Así, algunas interpretaciones sugieren que los enfoques sectoriales consisten en mecanismos motorizados por los gobiernos para desarrollar iniciativas de políticas nacionales locales para disminuir las emisiones de todo un sector. Más tarde, a esta concepción se la conoció como un abordaje basado en políticas (policy based) para distinguirlo de aquel enfoque sectorial motorizado por decisores y, por ende, inversiones privadas en un sector con objeto de reducir emisiones. También se han explorado las nociones de mecanismo de crédito prográmatico, vinculado conceptualmente luego al Programa de Actividades en el CDM (ver PoA), y el mecanismo de crédito sectorial. En este último caso, los créditos de carbono se obtendrían si las emisiones de un sector se mantuvieran por debajo de un nivel predeterminado o predefinido, el nivel de seguir como hasta ahora (BAU), independientemente de si las acciones de mitigación sectoriales fueran promovidas o instrumentadas por el sector público o el sector privado.