Aprender de las buenas prácticas regulatorias a todos los niveles podría motivar a los gobiernos a ser más ambiciosos para modernizar el marco regulatorio no solo de manera incremental, sino considerando medidas integrales audaces. Esto aceleraría el fortalecimiento del ambiente de negocios y promovería una productividad y competitividad más alta que, a su vez, ayudaría a afrontar los desafíos de pobreza, violencia y desigualdad.
Este repórte del Banco Mundial compara las regulaciones empresariales para las empresas locales de 22 ciudades y 10 puertos con otras 189 economías.