El presente artículo forma parte de una serie especial, seleccionada por la Plataforma Finanzas Carbono, y orientada a analizar los avances de las negociaciones de la COP 17 en Durban. Puede acceder a más contenidos especiales sobre la COP 17 en Durban haciendo click AQUÍ.
Por Lucas Di Pietro Paolo
Coordinador de adaptación para el G77
Negociador lider en adaptación para la Argentina
A una semana de comenzadas las negociaciones en la COP17 en Durban, los temas relacionados con la adaptación continúan poblando la agenda como nunca antes en la Convención.
A partir del Acuerdo de Cancún, la temática ha cobrado un nuevo lugar en cómo es tratado el tema en las Naciones Unidas: con arreglos institucionales novedosos, como lo son el Comité de Adaptación, el Programa de Trabajo sobre pérdidas y daños, y los Planes Nacionales de Adaptación (o NAPs como se lo conoce por sus siglas en inglés). A esto que se suma el Programa de Trabajo de Nairobi sobre impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático, el cual se ocupa de los aspectos científicos y técnicos de la adaptación, que ya tiene 6 años en funcionamiento y sobre el que se ha decido extender su mandato por dos años más mientras se negocia una posible segunda fase.
En este sentido, bajo el Programa de Trabajo de Nairobi, el pasado sábado se aprobó su continuación con una serie de talleres sectoriales o temáticos (sobre Recursos Hídricos y Adaptación basada en Ecosistemas), como también un documento técnico sobre Bosques y adaptación. Asimismo se lanzó un proceso en el mismo seno del Programa para avanzar en las discusiones sobre su posible segunda etapa y como se relacionará con el aprobado Marco de Adaptación de Cancún, el cual determinó el establecimiento de los arreglos mencionados previamente.
Dentro de estos, y bajo el Órgano Subsidiario de Implementación, se definieron la semana pasada las actividades a desarrollar durante el próximo año dentro del Programa de Pérdidas y Daños, que contempla no solo los eventos extremos sino también los eventos de cambio gradual, como el aumento del nivel del mar o la temperatura.
Entre las actividades más sobresalientes se pueden enumerar cuatro talleres regionales de expertos para tomar en cuenta asuntos relacionados con los diferente enfoques para hacer frente a las pérdidas y daños asociados con los efectos adversos del cambio climático. La adopción de esta decisión por parte de la COP es un importante paso hacia delante para la consideración de impactos de largo horizonte además de los procesos de reducción del riesgo de desastres que ya se venían no solo bajo la Convención, sino también en el Marco de Acción de Hyogo. La incorporación de esta temática en particular bajo la agenda de la COP es un logro del Grupo de los 77 más China, y en particular del Grupo de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares que desde hace dos décadas vienen impulsando la creación de un mecanismo para hacer frente a los impactos, el que se definirá el próximo año.
También bajo el SBI continúan las deliberaciones sobre el establecimiento del proceso de los Planes Nacionales de Adaptación, el cual debe apoyar técnica y financieramente a los países menos desarrollados y al mismo tiempo lanzar la deliberación para expandir ese proceso al resto de los países en desarrollo. Este tema es uno de los más controversiales dentro del G77+China, ya que transversalmente a las discusiones se encuentra el tema de la vulnerabilidad y su correspondiente priorización al acceso a recursos. Esto ha llevado a extensas negociaciones internas del grupo en las cuales se ponen de manifiesto las luchas entre los grupos regionales por acceder a recursos financieros para adaptación que no son particularmente abundantes. Se espera que durante la presente semana se avance en las negociaciones tanto internas como con los países desarrollados para lanzar el proceso y, asimismo dejar establecido el camino para la extensión hacia todos los países en desarrollo.
Tal vez el más notorio logro del Acuerdo de Cancún en referencia a adaptación es el establecimiento del Comité de Adaptación, un anhelo de larga data del G77+China. En la mencionada decisión se estableció que en la COP17 el Comité será puesto en marcha. Durante el presente año, las negociaciones rondaron en torno a distintos aspectos, tales como su composición, su relación con otros arreglos institucionales dentro y fuera de la Convención, aspectos procedimentales, y sus actividades.
El avance ha sido considerable, y todo hace indicar que para el cierre de la COP se adoptará la decisión para el comienzo de sus actividades. Uno de los puntos más complejos de esta negociación se da en la relación del Comité de Adaptación con las entidades de implementación del mecanismo financiero, y en especial, con el Fondo Verde del Clima, que se está negociando en paralelo. Para el G77+China gran parte de la justificación de la existencia del Comité de Adaptación viene dada por su parte en generar recomendaciones y guías sobre implementación de adaptación al Fondo Verde del Clima y otros fondos, como el Fondo de Adaptación. En este sentido, el Comité podrá elevar recomendaciones sobre buenas prácticas en materia de adaptación para consideración del Fondo Verde.
Otro punto de relevancia para el G77+China es la composición del Comité. Es del entendimiento de grupo que debería haber una mayoría de representantes de los países en desarrollo ya que conforman la mayoría de países bajo la Convención y a la vez dentro de ellos se encuentran los más vulnerables a los impactos negativos del cambio climático. Las negociaciones continuarán durante los próximos días para finalizar con la adopción de la decisión y su pronta puesta en marcha.